Inchavola lo logró de nuevo. El equipo de Exactas-UBA compuesto por los estudiantes Lautaro Lasorsa, Carlos Soto e Ivo Pajor salió tricampeón latinoamericano en la Competencia Internacional de Programación ICPC. En esta oportunidad resultó en el puesto 17 en el Scoreboard Global de la competencia celebrada del 15 al 20 de septiembre en Astaná, Kazajistán. Además obtuvo la medalla de bronce por la final de la competencia anterior donde había finalizado en el puesto 13. Luego de más de veinte años, un equipo de Argentina recibe su tercera medalla.
Estudiantes de Exactas siguen haciendo historia: el primer equipo en obtener tres veces el premio de campeón latinoamericano en la competencia ICPC se llama “Inchavola” y está compuesto por Lautaro Lasorsa, Carlos Soto e Ivo Pajor. Este equipo participó en septiembre en la 48 edición de la Competencia Internacional de Programación, en Astaná (Kazajistán) y finalizó en el puesto 17 en el scoreboard global, logrando el mejor resultado de la región.
Al igual que lo ocurrido en la final anterior de Egipto en abril de este año y en Rusia en 2021, el equipo de Exactas alcanzó el título de campeón de América Latina. En esta oportunidad, el equipo de Exactas fue entrenado por Julián Braier y María de los Milagros Garofalo, logrando resolver 7 problemas de los 12 que plantea la competencia. Al mismo tiempo, volvió con una medalla de bronce por los logros del campeonato pasado. En aquella ocasión, con el entrenamiento de Agustín Gutiérrez y el apoyo de Nicolás Álvarez, alcanzaron el puesto 13.
Cabe recalcar que el equipo que participó en Kazajistán superó a universidades muy reconocidas como Oxford, Harvard, Cambridge, Columbia y más aún a dos universidades de gigante trayectoria en esta competencia que anteriormente fueron campeonas mundiales: La Saint Petersburg State University y la Saint Petersburg ITMO University.
“Personalmente fuimos a la final con muchos nervios, sentíamos que podíamos mejorar el resultado de la medalla de bronce de Egipto” contó Ivo Pajor, uno de los integrantes del equipo, quien expresó sus sensaciones de esta última competencia. “Los días previos fueron terribles, dormimos mal por el jet lag y la ansiedad de nuestra última final. Pero el día de la prueba ya no te afecta nada, la ansiedad supera cualquier otra sensación que tengas. Comenzamos bien con dos problemas, pero después nos trabamos, tuvimos errores tontos que siempre pueden ocurrir con los nervios, pero supimos superarlos y resolver 7 problemas. Al final nos quedó el octavo problema en el tintero, pero por la falta de tiempo no pudimos corregirlo, con eso quizás lográbamos nuevamente medalla de bronce quedando en el puesto 12. Al terminar la prueba tuvimos un sabor agridulce, sentíamos que nos fue bien pero que podríamos haber hecho mejor las cosas. Al final quedamos 17, un puesto muy bueno, superando a muchas universidades grosas lo cual nos dio a entender que nuestro desempeño fue mejor del que creíamos. Todo eso, sumado al aguante de los demás equipos y que le volvimos a ganar a Brasil nos mejoró el ánimo”.
Al mismo tiempo, Pajor agradece a la universidad y la comunidad local por el apoyo, “nos gustaría agradecer a la UBA por darnos la oportunidad de participar en estas competencias, especiales agradecimientos a Guillermo Durán (Decano de Exactas) por todo su apoyo en estos años, y también a la comunidad de Argentina que siempre nos bancó.»
Las medallas de Exactas-UBA
En este caso la demora en premiar con una medalla al equipo campeón Latinoamericano se debió a cuestiones reglamentarias de la organización del ICPC: las medallas se otorgan hasta el puesto 12, pero si el decimotercero logró resolver la misma cantidad de problemas que el decimosegundo con una pequeña diferencia de tiempo, se le puede otorgar una medalla. Fue lo que ocurrió. El reconocimiento a Inchavola llegó después de aquella final y se aprovechó la ceremonia actual para la entrega.
Así, Argentina obtiene su tercera medalla de bronce siendo su mejor resultado a más de veinte años de obtener la última. Las anteriores, en 2002 y 2003, fueron ganadas por un emblemático equipo de Exactas, integrado por Flavia Bonomo, Darío Fischbein y Sergio Sancho. La Facultad ostenta, hasta ahora, la totalidad de las medallas argentinas. InChaVoLa, a su vez, se reafirma como el equipo que logró recoger el guante de aquella generación dorada de la programación nacional.
Cómo se prepara un equipo de estas características
Agustín Gutiérrez es Licenciado en Ciencias de la Computación (UBA), docente de competencias de programación y fue el coach del equipo Inchavola cuando participaron en Rusia y en Egipto. En esta última competencia también viajó a la ICPC y nos contó en primera persona cómo fue el entrenamiento: “El entrenamiento previo se dividió en dos fases. En una primera etapa faltando más tiempo para la competencia nos enfocamos en buscar problemas bien difíciles y que cada integrante trate de resolverlos tomándose bastante tiempo (más de lo que habría disponible para un problema durante el mundial) y aprendiendo nuevas técnicas de ser necesario en el camino. Esto con la idea de subir el techo de dificultad de los problemas más difíciles que son capaces de resolver”, puntualiza. Luego más cerca de la competencia el entrenamiento consistió realizar simulaciones de competencia: “Se elige una prueba antigua, ya sea un mundial o un certamen regional difícil, que el equipo aún no conozca y se ponen a resolverlo los tres juntos simulando lo más posible el ambiente real que tendrían en el mundial. Esto es importante para practicar la velocidad y seguridad al resolver y toda la dinámica de trabajo en equipo y comunicación durante el examen”, explica Gutiérrez, quien fue dos veces campeón latinoamericano en la ICPC, actualmente es el presidente del Comité Científico Internacional de las Olimpiadas Juveniles de Informática (IOI) y es la primera vez en más de diez años que no asiste a la ICPC como entrenador (coach), sino en un rol organizativo regional (judge latam).
Si bien cada competencia tiene problemas distintos, el estilo de un año a otro no suele variar demasiado: son desafíos algorítmicos y lógico-matemáticos a resolver mediante la codificación de un programa eficiente. “Gracias a eso el equipo pudo traducir sus muchos años de preparación y entrenamiento en un buen resultado al terminar el mundial”, afirma el ex coach del equipo.
La performance de Inchavola y otros equipos argentinos en la edición nro. 48 de la ICPC
El equipo integrado por los estudiantes Lasorsa, Soto y Pajor tuvo una excelente performance, demostrando que fueron los mejores de Latinoamérica. Resolvieron 7 problemas, que fue de hecho la misma cantidad que resolvió un equipo que alcanzó medalla de bronce, es decir que solamente se desempató por la velocidad en la resolución.
“Incluso al final del examen el equipo seguía trabajando fuerte y estuvieron muy cerca de resolver 8 problemas, solamente les faltó un poquito más de tiempo. Eso les hubiera garantizado alcanzar su segunda medalla (ya que vienen de obtener medalla de bronce en el mundial anterior) y hubiera sido el mejor resultado de toda la historia de Latinoamérica en el mundial ICPC. Para referencia de la dificultad de estos problemas, solamente los cuatro mejores equipos de todo el mundo pudieron resolver 9 problemas”, aclara Gutiérrez.
La tabla de puntuación general (Scoreboard) con todos los equipos para este mundial es la siguiente: https://scoreboard.icpc.global/2024/scoreboard/
Allí están destacados, en particular, las medallas obtenidas y los campeones por región. Se aprecia que el equipo alcanzó el premio de Campeón de Latinoamérica muy holgadamente, ya que terminó en puesto 17 y el siguiente de la misma región (Universidad de San Pablo, Brasil) quedó en el puesto 38.
Los otros dos equipos de Argentina, que acompañaron a Exactas-UBA, fueron los de «Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Santa Fe» (puesto 116) y «Universidad Nacional de Rosario» (puesto 113). Participaron en total 141 equipos de todo el mundo en este certamen. Estas mismas tres universidades argentinas ya habían estado presentes en la última final mundial que se realizó en Lúxor (Egipto), donde también estuvo presente un equipo de la Universidad Nacional de Córdoba.
Nuestros equipos en la Competencia ICPC
Desde hace 26 años el Departamento de Computación (DC) de Exactas-UBA participa en la Competencia Internacional de Programación ICPC destinada a estudiantes universitarios (ver nota anterior del DC con la lista de todos los equipos participantes). La competencia es organizada anualmente por la Universidad de Baylor (Estados Unidos) y auspiciada por JetBrains y Huawei.
En la ICPC participan anualmente alrededor de 50 mil alumnos de todo el mundo, de más de 3000 universidades en 111 países. Se realizan más de 400 competencias presenciales y todas estas clasificaciones confluyen en esta gran final mundial con los 141 mejores equipos del mundo, tanto de occidente como oriente, quienes deben superar diversas instancias previas y eliminatorias de competición.
Considerada como el “mundial de programación”, la competencia dura cinco horas y exige resolver cierta cantidad de problemas, que luego se deben programar. Finalmente un sistema automatizado por los organizadores de la competencia se encarga de revisar cada solución y responde inmediatamente lo que se hizo bien y lo que no. Gana el equipo que resuelve más problemas en el tiempo asignado y en caso de haber desempate es por la velocidad.
El objetivo de la competencia es promover la creatividad, la innovación y el trabajo en equipo para el desarrollo de nuevos programas de computación, y permite a los y las estudiantes poner a prueba sus habilidades para actuar bajo presión. En este contexto, se destaca la experiencia de aprendizaje de estudiantes de nuestra carrera. En doce oportunidades, el equipo de Exactas alcanzó el primer puesto de América Latina, superando a universidades de prestigio internacional, y en tres oportunidades obtuvo la medalla de bronce.